(Jesús Fernández Escobar - Anciano)
Padre:
tomaste tu bastón, tu boina,
el cansancio de tus días y
saliste a caminar por calle Palqui.
¿Recuerdas cuando era pequeña y tú
fuerte y altivo ocultabas tus cicatrices, pero
después, con el paso del tiempo
me contabas de tus heridas?
Has vivido tantas vidas en tu pequeño cuerpo
-cada año más enjuto-
aun así
No dejas de sorprenderme padre
y me sonríes porque te sientes como un niño
y tus manos se unen a las mías
cargadas de inocencia.
Qué bonito es esa cercanía llena de amor, de reconocimiento, aunque nuestros padres vayan cambiando un poco, por los años, por las enfermedades, siempre ver en ellos su esencia y amarlos, simplemente amarlos.
ResponderEliminarUn bonito y tierno poema, un tributo a ellos, nuestros progenitores. Un abrazo para ti. Paty
Una cambio de registro, en todos los sentidos. Nacemos desnudos y vamos marchándonos, también desnudos, pero vestidos con esa inocencia de la que hablas.
ResponderEliminarAbrazo añil, amiga.
Esa complicidad es digna de tener en cuenta.
ResponderEliminarAbrazos.
Ternura infinita en tu escrito
ResponderEliminarSaludos
Mucha ternura encierran esos preciosos versos llenos de ternura y reconocimiento hacia uno de los seres más grandes y adorables de nuestras vidas como son nuestros padres.
ResponderEliminarMe encantó leer ese poema, amiga.
Un fuerte abrazo.
Bellamente tierno y dulce, la piel de este poema al padre, reconociéndolo en su fragilidad de edad provecta. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarOjalá que todos los hijos traten con esa misma ternura a sus padres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermosa forma de ver el inevitable proceso de envejecimiento de la figura de nuestro Padre.
ResponderEliminarUn gran abrazo,
Me toca en primera persona estos versos... (los releo en silencio de nuevo)
ResponderEliminarUffffffff
ResponderEliminarMe has conmovido.
De verdad.
Me dejas sin palabras!
ResponderEliminarUn nudo en la garganta me lo impide.
Gracias por expresarte así!!
BESOS
Me ha enternecido tu poema amiga, con tus palabras me llegas al corazón
ResponderEliminarUn abrazo
Me has emocionado, además de lo bien poetizada que está. Cuando murió mi padre escribí algunas cosas, en prosa, en agradecimiento. Fue por diciembre de 2006, justo el año en que había iniciado el blog. Por si te interesa.
ResponderEliminarWowwwwwwww, qué bonito!!!
ResponderEliminarHas introducido dos palabras mágicas para mí: niño e inocencia. De lo primero solo me queda en ese estado de niñez el alma. De lo segundo, sabiendo lo que sé, la inocencia me huye, pero yo intento atraparla refugiándome en mi alma de niño, y en mis utopías y sueños imposibles, tan llenos de ingenuidad!!!
Y caen las heridas. Sí. Algunas tan dolorosas que es difícil ponerles nombre.
Pero no renuncio, amiga. Me sentía muerto!!!
Un enorme abrazo!!!
...querida amiga!!!
EliminarEscritos como este me llenan la mente de melancolia
ResponderEliminarGracias
La belleza del corazón se refleja en tus palabras de amor a quien es tu progenitor, seguro que él supo cultivar con amor del bueno el tejido del arropo que ahora lo cubren.
ResponderEliminarBellos versos.
Te envido poder estar inspirada para escribir tan bellos versos de amor a tu padre. Nunca tuve muy buenas relaciones con el mío...µ
ResponderEliminarAbrazos Tatiana.
Cuando se escribe desde el corazón, se conmueve al lector .
ResponderEliminarInmenso poema.
Bellísimo.
Abrazo.
Hermosos versos a tu padre. Están llenos de emoción. Son conmovedores, Tatiana...
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo y felicitación