( El rostro de la guerra - Salvador Dalí)
somos un milagro pero
también el latigazo del viento
un algo no terminado
con muchas divisiones internas
porque no sabemos anular las banderas
y nos volvemos o somos siempre violentos
y alzamos las manos y las armas
y lanzamos misiles
mientras la oruga sigue en la hoja del árbol
y el resto se queda paralizado
observan y no hacen nada
esperan que los dioses de ambos resuelvan
y ¿ si no existen o están cansados?
entonces nadie
ni la oruga en la hoja del árbol
comprende
El poema es una exquisitez. Toca un tema muy duro, es cierto, que acompaña muy bien a la imagen. Una locura de guerra que no debería ser. Besos Tatyana :D
ResponderEliminarEl hombre es un ser, que en cuanto sale de la aldea, cruza el río y se aleja, asentándose en otro lugar, desconfía de quienes ha dejado atrás.
ResponderEliminarBesos.
No sé si somos un milagro o un planeta vertedero donde se arroja lo peor del universo.
ResponderEliminarDesde nuestro origen no paramos de matarnos, de torturar, masacrar... todo por codicia y ambición.
No merecemos más que lo que tendremos: la extinción.
Quizá seamos la involución de los primates...
ResponderEliminarAbrazo
Somos siervos del que más grita. es un milagro que aun existimos. Abrazos
ResponderEliminarEsos dioses no van a hacer nada, Tatiana, porque nos los hemos inventado. Es imposible entender, y mucho menos justificar, tanto odio...
ResponderEliminarTal vez un milagro traidor, o frustrado, o que no acaba de ser, pero es el precio, no obstante, de un don llamado Realidad humana.
ResponderEliminarMe encantan tus letras. No me canso.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que dices es verdad que todos nacemos iguales, luego vienen las religiones y nos separan.
Inquietante tiempo. La decadencia no se detiene. Antes bien... es como una bola de nieve cuesta abajo.
ResponderEliminarSaludos, Tatiana. Que tengas buen día 🏙
Los horreres de una guera, no tiene justificación alguna. una y otra vez, volvemos a caer, en los mismor errores del pasado.
ResponderEliminarUn abrazo
El problema es que los dioses hoydía son las banderas, dioses crueles que exigen sacrificios humanos. Has escrito una atinada reflexión
ResponderEliminarEs tiempo para rezar, Tatiana, la estupidez humana no tiene límites, si hay un Dios no debiera permitir esos desencuentros sangrientos que azotan nuestra voluntad y nuestro ánimo. Tristes sucesos que provocan un sentido y bello poema reivindicativo como el tuyo de hoy.
ResponderEliminarUn abrazo.
La desgracia de la humanidad fue el nacimiento del cristianismo, su creador: san Pablo, nacido en el judaismo y despreciado por el mismo, que le nego la entrada al Templo por deforme y epilectico
ResponderEliminarLa adoracion a Jesucristo, significo el nacimiento del Islam que defendia al Dios Unico.
Las cruzadas marcaron el odio al judaismo, por aquello que los judios crucificaron al hijo de Dios, acorde al panteon griego y romano donde los dioses empreñan a mujeres.
No es fácil comprender la vida, llevamos milenios intentando hacerlo, entendernos a nosotros mismos, al universo, a Dios. A mí me da tranquilidad tener fe, es como saber que alguien superior nos ama y nos espera con un abrazo después de la muerte, no obstante, los errores que hayamos cometido, porque ellos nos llevaron a la comprensión total, especialmente del amor.
ResponderEliminarLa convivencia terrenal se nos hizo compleja, pero cada ser y situación en este mundo tiene un sentido y una razón de ser, cada quien, a su ritmo y de acuerdo a su necesidad, va tomando consciencia y evolucionando.
La peor manifestación es la violencia, el ver al otro como una amenaza en vez de un hermano. No es fácil, pero un día a la vez, hay que contribuir con destellos de luz, así como lo estás haciendo tú con tus profundas y bellas letras amiga, todo aporta, todo nos conduce poco a poco a un terreno de iluminación y paz, partiendo por nosotros mismos, por caminar nuestro propio camino y ser ejemplo.
Te mando un fuerte abrazo Tatiana, que pases bello final de semana.
Paty
Tatiana,
ResponderEliminarEl poema es fuerte y asertivo, especialmente en estos días en que vivimos a merced de los "señores de la guerra".
Un abrazo.
Somos un milagro, es cierto, capaces de lo mejor y lo peor ( por culpa de las banderas, las religiones, el egoísmo y la avaricia ) justo todo lo q estamos viendo sucede ahora ... Guerras, pueblos masacrados, víctimas inocentes )... y mientras los humanos nos volamos por los aires ..S
ResponderEliminarilbamos mirando al cielo como q la cosa no va con nosotros...q otros deben resolver lo q nadie quiere arreglar... la naturaleza sigue impasible su curso...Es cierto, el planeta seguirá cuando nosotros nos hayamos ido ...lo malo es la enorme agonía hasta q ese momento llegue... el dolor, sufrimiento y muerte de inocentes generado evitable e injustamete innecesario
Graaacias por tus certeras palabras mi querida TATIANA y toda la verdad y belleza q siempre encierran. Solo nos queda apelar a ellas para desahogar, porque nadie las escucha y si las escucha no las comprende o no tiene interés alguno en hacerlo.
Un beso grandísimo preciosa!!
Así es, mi querida Taty, ni la oruga en la hoja del árbol comprende ni nadie con dos dedos de frente debería comprenderlo, pero así es, así somos. La violencia y la guerra forman parte de nuestra naturaleza desde los simples chimpancés, que parece que fueron nuestros ancestros, hasta hoy, que nos creemos tan evolucionados e inteligentes, que nos creemos los "reyes de la creación", y seguimos siendo monos, porque no es que vengamos del mono, es que lo somos, simples primates chillones y agresivos matándonos unos a otros por codicia o por cualquier otra tontería, y aniquilando también todo lo que encontramos en nuestro camino, ya sean otras especies animales y vegetales o el mismo planeta que nos sustenta. Me avergüenzo de pertenecer a esta especie tan idiota como maldita, la verdad que sí. Mis felicitaciones por un poema tan comprometido como bello, mi preciosa Poeta con mayúscula. ¡¡¡Besos y abrazos!!!
ResponderEliminarYo a veces creo que somos destrucción más que milagro. Profundo poema. Te mando un beso.
ResponderEliminarA veces somos lo que no queremos ser por culpa de las circunstancias. Y otras porque otros toman decisiones por nosotros. Que somos milagro seguro. Confirmado por todas las ciencias. Todo lo que podía salir mal y sin embargo salió bien para que existiéramos es casi infinito. El problema es que no parecemos ser muy agradecidos. O que somos muchos y muy distintos. Tú lo expresas mejor en tus versos sobre las diferencias. Marcamos distancias inventadas. Ponemos banderas y dioses como excusa. Algunos realmente se lo acaban creyendo. Y al final como decían los griegos en sus tragedias al terminarlas, "los dioses declararon una guerra entre los hombres para descargar a la tierra del peso de tanta humanidad". Una excusa buena la de usar seres superiores para disculpar nuestras bajezas. Pero cada vez es menos válida.
ResponderEliminarAsí que me quedo como tu oruga en el árbol. No comprendo.
Un abrazo
somos humanos , y en los humanos la violencia es parte del comportamiento natural , sí , aunque intentemos educar esa parte primitiva dentro de nuestro cerebro existe un remanente que nos empuja a la supervivencia y hacia la conquista
ResponderEliminarbesitos y buena jornada Taty
Si, Tatiana, somos un milagro de amor-odio. Siempre en lucha cuerpo y alma, tratando de sobrevivir y perfeccionarnos. El "ego" nos prueba siempre, nos confunde la idea, el camino y el destino...Las guerras están ahí, esperando que el hombre las difumine, las supere y sepa elevarse sobre su propia realidad. Angeles y demonios en lucha constante, influyendo en la debilidad humana...Tu poema nos toca muy adentro, duele y escuece su realismo...¿Hasta cuándo seguiremos así?
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande por tu buen hacer, amiga poeta.
Enfrentémoslo: si dos no quieren no existe solución y no se excusen en nombre de ningún dios... Coincido mucho con lo que denuncia tu poema, Tatiana.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos!!
La oruga sabe más que nosotros. Un beso
ResponderEliminarSomos lo que somos y lo que ni decimos ni sabemos que somos aunque nuestros actos sí lo sepan y lo digan. Abrazo enorme, querida amiga del alma.
ResponderEliminarEs cierto, somos un milagro, imperfecto, sin terminar, sin pulir, agresivos, nos queremos comer al otro, animales, sin corazón, con odio, por el color de la piel, por tener más tierra, más dinero, por dominar al otro, somos un milagro en el desastre, contra peor, mejor, somos el resultado de siglos de guerras, de muertes, somos lo único que hay…¿y después? Después ya no hay nada, solo el silencio del infinito.
ResponderEliminarSomos un milagro que está en la cima de la evolución y no para de destruir.
ResponderEliminarNo se salva nadie.
Con todo lo que llevamos pasado y seguimos en la misma vaina. Incluso, peor.
El poema es poderoso.
Abrazo, querida Poeta.
y bueno
ResponderEliminarque puedo decirte
un besito
donde mas te guste
Algunas veces no podemos ser ni lo que nos proponemos evitar.
ResponderEliminarSuerte,
J.
N vamos a aprender en la vida, demostrado está!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Dicen que la Historia es Maestra...¿hemos aprendido?
ResponderEliminarTambién he hecho una entrada sobre el tema, es lo que nos queda.
Un abrazo.
Nunca aprendemos, ni aprenderemos. ¡Claro que somos imperfectos! y a veces es como si nos sintiéramos orgullosos de serlo. Todo mal.
ResponderEliminarUn abrazo
Es nuestra asignatura pendiente, la universidad de la vida es la que nos muestra las lecciones y hacemos caso omiso de ellas.
ResponderEliminarFeliz semana Tatiana. Un beso
Bonita poesía, es difícil definir lo que somos pero cuanto mas avanzamos menos lejos llegamos.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Somos esos que describís tan bien, Tatiana, los que con violencia matamos a mansalva con armas o sin ellas, pero también estamos los tristes y los tiernos, los que soñamos en una frase o en un verso, los que todavía miramos embobados a la luna cuando alguien nos regala una sonrisa, los que hacemos el amor por amor, los locos capaces de beber la vida en un segundo.
ResponderEliminarY también las que hacen poesías tan bonitas como vos.
Besos.
Ariel
Qué terrible verdad la que tú plasmas de forma poética y la que tan gráficamente nos muestra Dalí. Mafalda sabía de qué hablaba cuando pedía "paren el mundo que yo me bajo".
ResponderEliminarUn abrazo, Tatiana
Lo he dicho muchas veces, en mis poemas y en mis comentarios por allí o acá, somos un milagro pero eso se olvida en la soberbia del ser humano, que ha olvidado su verdadera misión de porque fue plantado en esta tierra...estamos en el tiempo que cada quien debe definirse...y nadie más que quien toma su decisión tiene su responsabilidad sobre si mismo , por algo se nos dió el libre albedrio...
ResponderEliminarUn abrazo.
Una muy triste realidad...
ResponderEliminarSiempre un placer leerte querida Tay. Un abrazo.
Y quizá ya ni somos... Puebla más el grito que el abrazo; más la violencia que la armonía...
ResponderEliminarUn poema impresionante, tal cual la humanidad, tan carente de destellos humanos, va dejando su huella de guerras...
Un placer leerte, siempre.
Abrazos. 🌞🍀
Que preciosas y acertadas palabras, estamos hechos de divisiones que triste realidad la nuestra.
ResponderEliminar¡Saludos!
UN poema con gran fuerza reflexiva. Y si no pueden los dioses quién? Cierto el hombre ha dejado de ser humano, y se ha desalmado en la codicia y el poder. UN abrazo, con gran aprecio. Carlos
ResponderEliminarEs un poema de mucho calado. Es difícil comprender hasta donde podemos llegar cuando estamos atrapados en una idea que nos absorbe. Creo que hay un oruga, que somos los seres humanos, que aspira a ser mariposa pero no ha sido capaz aún de completar el proceso, lo intentamos como mejor podemos, o sabemos, pero es tan complicado que a veces parece que nunca se va a conseguir.
ResponderEliminarUn abrazo!!
En este poema reflejas la actualidad, lo que pasa en el mundo, lo que no sabemos de nuestra existencia, ese misterio que nos rodea, esa lucha que nos desconcierta, esa sinrazón que nos aísla como seres ¿civilizados? Me hiciste pensar y eso significa que tu poesía llega, cala hondo... Llegué a la conclusión que somos dobles animales humanos, tal como me decía mi padre cuando yo era niña. Tú poema me lo ha recordado. Gracias, Taty. Mi abrazo fuerte.
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